
Se reúnen allí porque asisten una de las mas sagradas ceremonias del Budismo Tibetano o Budismo Vajrayāna esta ceremonia se llama Kalachakra, que significa rueda del tiempo o ciclo del tiempo. Este ritual dura una semana completa y prepara a los iniciados para el fin de todas las cosas, la completa destrucción del tiempo y del espacio. Los prepara para salirse y ayudar a cada ser vivo a salir del Samsara, el ciclo de la vida, muerte y reencarnación.

Durante esa semana un grupo de monjes trabaja día y noche para crear el Mandala del Kalachara, este mandala es una especie de mapa que guía a los creyentes en el camino hacia la iluminación. Con un cuidado meticuloso utilizando granos de arena coloreados y cuando cae el sol trabajando a la luz de las velas crean un mandala con diseños y figuras realmente complicadas y difíciles de realizar.
Cada año realizan un mandala de arena con diseños y colores diferentes, y cuando la ceremonia del Kalachakra esta por terminar, el ultimo ritual es poder observar ese gran mandala. Para los mas de 40.000 peregrinos no existe mayor privilegio que poder estar en frente del Mandala del Kalachakra aunque sea por unos instantes. Aguardan pacientemente en largas filas y puede tardar días hasta que a cada uno le llegue su turno.

Fuente: Mandalas para todos