domingo, 18 de septiembre de 2011

Qué porcentaje del cerebro usamos



En muchos medios se escucha la afirmación de que el ser humano usa solamente un diez por ciento de la capacidad de su cerebro y que, supuestamente, si se llegara a utilizar el cien por ciento se tendrían poderes asombrosos.
Este dato es en realidad un mito que puede haberse originado en un error de interpretación. Los especialistas en neurobiología tienden a coincidir en que el ser humano sí usa la mayor parte de su cerebro. Se cree que el mito alrededor de este dato se originó con una cita errónea atribuida a Albert Einstein o a una mala interpretación de las investigaciones del fisiólogo francés Pierre Flourens, del siglo XIX.
Flourens trabajó en la forma en la que la información era organizada en el cerebro, uno de los primeros en esta área de estudio. Tratando de encontrar evidencia de la localización de la memoria en ratas de laboratorio, descubrió que el cerebro de estos roedores podía recuperarse de daños menores, pues otras partes del órgano asumían las tareas de las partes dañadas.
Probablemente se llegó a la conclusión de que muchas partes del cerebro no eran utilizadas, puesto que podía recibir daño sin grandes consecuencias. Sin embargo, también es cierto que pequeños daños en áreas específicas del cerebro humano pueden tener serios efectos en el comportamiento o en las habilidades. Lo que Flourens descubrió más correctamente es que algunas partes del cerebro pueden aprender a efectuar las tareas de áreas dañadas.
Recientes estudios han mostrado que niños que sufren de hidrocefalia (agua en el cerebro) pueden llegar a tener una vida normal. Al ser estudiadas personas se descubrió que, aunque la mayor parte de su cerebro estuviera dañado, las partes sanas asumían los procesos necesarios para la actividad diaria del individuo.
Hay evidencia de que si no se practican actividades mentales y capacidades, tiende a atrofiarse igual que un músculo. También es cierto que por medio de la práctica se pueden desarrollar muchas habilidades mentales, pues es un órgano que se puede desarrollar por medio del ejercicio. Aparentemente es posible desarrollar más algunas habilidades dependiendo de la edad.
Sin embargo eso no significa que la persona promedio use sólo una décima parte de su cerebro, y tampoco que pueda llegarse a tener, como muchos afirman, capacidades telepáticas o telequinéticas, que por otra parte no se ha podido demostrar que existan.